miércoles, 21 de diciembre de 2011

SER CUBANO....

¿QUÉ ES UN CUBANO?

Le preguntaron en una ocasión a un reconocido sabio:
- Maestro: ¿qué es un cubano?
Su respuesta fue la siguiente:
- "Ah... los cubanos... ¡qué difícil pregunta! Los cubanos están entre vosotros pero no son de vosotros. Los cubanos beben en la misma copa la alegría y la amargura. Hacen música de su llanto y se ríen de la música. Toman en serio los chistes y hacen chistes de lo serio. No creen en nadie y creen en todo.
¡No se les ocurra discutir con ellos jamás! Los cubanos nacen con sabiduría. No necesitan leer, ¡todo lo saben! No necesitan viajar, ¡todo lo han visto! Son algo así como el pueblo escogido... por ellos mismos.
Los cubanos se caracterizan individualmente por su simpatía e inteligencia y en grupos, por su gritería y apasionamiento. Cada uno de ellos lleva en sí la chispa de los genios y los genios no se llevan bien entre sí, de ahí que reunir a los cubanos es fácil, pero unirlos es casi imposible.
No se les hable de lógica, pues eso implica razonamiento y mesura y los cubanos son hiperbólicos y exagerados. Por ejemplo, invitan a uno a un restaurante a comer, no nos llevan al mejor restaurante del pueblo, sino al mejor restaurante del mundo.
Cuando discuten, no dicen: "No estoy de acuerdo contigo," sino "¡Estás completamente equivocado!"
Tienen tendencias antropofágicas; así entonces, "¡Se la comió!" es una expresión de admiración, y "Comerse un cable" es señal de una situación crítica. Llamarle a alguien "come mierda" es el insulto más lacerante.
Los cubanos aman tanto la contradicción, que llaman "monstruos" a las mujeres hermosas y 'bárbaros" a los eruditos.
Los cubanos ofrecen soluciones antes de saber el problema. Para ellos nunca hay problema.
Todos los cubanos saben lo que hay que hacer para eliminar el terrorismo, encauzar a América Latina, eliminar el hambre en África, pagar la deuda externa, quién debe ser Presidente y cómo cualquier país puede llegar a ser una potencia mundial.
Ellos no entienden por qué los demás no les entienden, cuando sus ideas son tan sencillas y no acaban de entender, por qué la gente no quiere aprender a hablar español como ellos.
Ah...los cubanos... No puedes vivir mucho tiempo con ellos, pero es imposible vivir sin ellos.
Ámalos, respétalos y déjalos ser "CUBANOS".

Receta de como hacer una cubana.............

Comensales: Uno a la vez, preferentemente.

País: Cuba.

Tiempo de preparación: De 14 a 18 años.

Recomendada para el consumo diario.

Se toman 4 tazas de europea en una casuela de barro Taína  y a ritmo de tambor se le va echando poquito a poco cucharaditas de negra africana al gusto, y se deja reposar unos minutos frente a un Altar de Changó,  Teniendo mucho cuidado que lo de africana no suba y lo europea no baje pa' que no pierda mucha nalga.

 Se toma un recipiente con bastante Azúcar, y se mezcla con pequeñas porciones  de china, árabe, judía, frijoles negros, arroz criollo, platanito frito y aguacate. Esta vez se pone al baño de María y se pone a que se refresque

Luego todo se amasa, pero con ternura pa' que no se te revire, y se pone en el horno a 40 grados Celsius y que baile con selección a todo volumen de Son, Cha cha chá, Merengue, Mambo, Bolero, Salsa y Reguetón, y déjala que sude bastante. no esperes a que se canse, porque eso no va a suceder. Pero si le puedes pasar un libro de economía, medicina o cibernética para condimentarla, y no te preocupes que por eso no va a dejar de mover la cintura.

Ahora está casi lista, pero no la guardes en un recipiente cerrado que se te pone triste, después de ponera a que se dore un poco al Sol de la playa, déjala libre y disfruta su andar zalamero con gracia sin par, déjala quererte y serás feliz toda la vida, quiérela y luchará contigo hasta donde no te imaginas.

Contra indicaciones:

 Aquellas personas con problemas cardiovasculares deben tener cuidado con la repentina sonrisa de una mujer cubana. Si presenta síntomas de falta de respiración o aumento del ritmo cardiaco, consulte a su medico.. Pero cuidado, no sea una Doctora Cubana!!!

viernes, 16 de diciembre de 2011

POR SI ACASO... EN ESTAS BORRACHERAS DE FIN DE AÑO

SINTOMAS DE EXCESO DE BEBIDA
 
- Diagnostico y accion a seguir
Como saber si estas bebiendo demasiado? Que sintomas se presentan? Que debo hacer?
No se preocupe, e aquí una pequeña guia para estos casos !


SINTOMA : Pies frios y mojados


DIAGNOSTICO : Esta sosteniendo el vaso en la posicion incorrecta
ACCION : Rote el vaso de forma que el lado abierto apunte hacia arriba
SINTOMA : Cerveza inusualmente palida y sin gusto
DIAGNOSTICO : Vaso vacio o se lo llenaron de agua
ACCION : Consiga que alguien le pague otro trago
SINTOMA : La pared opuesta esta llena de luces de todos colores
DIAGNOSTICO : Usted se ha caido hacia atras
ACCION : Enderecese y vuelva a recostarse a la barra
SINTOMA : Boca llena de colillas de cigarrillos
DIAGNOSTICO : Usted se ha caido hacia delante
ACCION : Idem caso anterior
SINTOMA : Cerveza sin gusto, pecho de la camisa humedo
DIAGNOSTICO : Boca sin abrir, o vaso aplicado sobre parte incorrecta de la cara
ACCION : Retirese hacia el baño, practique frente al espejo
SINTOMA : El piso se mueve
DIAGNOSTICO : Lo estan transportando
ACCION : Averigue si lo estan llevando a otro bar
SINTOMA : Habitacion inusualmente oscura
DIAGNOSTICO : El bar ha cerrado
ACCION : Confirme si el domicilio es correcto
SINTOMA : El taxi inesperadamente se vuelve colorido en aspecto y textura
DIAGNOSTICO : El consumo de cerveza ha excedido el limite de tolerancia por el estomago
ACCION : Tape su boca o salga rapidamente del taxi a continuar con la tarea que su higado le solicita




martes, 13 de diciembre de 2011

HISTORIA DE LA NAVIDAD EN CUBA........

La Navidad en Cuba
La Navidad en el caso de Cuba tiene una historia muy particular. Esta se divide en tres periodos, cuyos puntos de giro están marcados en los años 1959 y 1998; o sea, antes de la revolución y después de la visita del papa Juan Pablo II al país.

Al triunfo de la revolución, y como parte de las discordias emprendidas entre el nuevo gobierno y la iglesia, la navidad, como cualquier otro evento religioso fue víctima de la amnesia más completa por parte de las autoridades. Incluso, diez años después quedaría oficialmente prohibida su celebración, alegando que se tomaba esa medida para que el pueblo nos distrajera su atención de las labores de la zafra azucarera, que para ellos era lo más importante.

Durante casi cuatro décadas el 25 de diciembre pasó como otro día cualquiera, salvo para un grupo reducido, quienes, a pesar de todo, mantuvieron su práctica de fe, unos más públicamente que otros. En este periodo, dicha celebración solo era cosa de una minoría que lo conmemoraba muy discretamente en su templo de adoración o en su casa, a puerta cerrada, cuando se podía.

En 1997, poco antes de la visita del papa Juan Pablo II a Cuba, constituyendo una trascendental sorpresa para todos los cubanos dentro y fuera de la isla y, además, sin dar explicación alguna, el gobierno revolucionario cedió en declarar feriado este día para que los trabajadores pudieran descansar y disfrutarlo a su gusto, lo que quedó establecido legalmente desde entonces.

A partir de ese año, comenzaron a verse otra vez símbolos de la navidad en Cuba. Incluso, a nivel público, en establecimientos comerciales, muy exclusivamente, se volvieron a ver motivos navideños en las vidrieras y en el resto de la instalación. También, por supuesto, se comenzaron a vender arbolitos de navidad y todos los demás accesorios típicos de la fecha.

En el mundo religioso, ese año se produjo una avalancha de pueblo hacia las distintas iglesias que retomaban la celebración de la Misa del Gallo, que a partir de entonces se convertiría en la más concurrida de las prácticas cristianas de la isla. A la celebrada en la Catedral de la Habana acudieron los principales dirigentes del estado, encabezados por el presidente Fidel Castro.

Desde ese momento, la navidad se ha incorporado tradicionalmente al ceno de la familia cubana como algo muy normal.

En cuanto a las tradiciones culinarias que caracterizan la Navidad Cubana, éstas responden, además de a una cultura heredada desde la época de los conquistadores, a las condiciones propias del país. Fueron los propios colonizadores españoles los que introdujeron la cría del cerdo en Cuba, por lo que el tradicional pavo en la cena de noche buena ha sido sustituido, desde hace muchos años, en la mayoría de los casos, por cerdo u otra carne.

El cerdo, puerco o macho asado, como quiera que se le llame, es el protagonista de la escena culinaria de la Navidad cubana. En las ciudades, con más reducido espacio habitacional, se utilizan, por regla general las piernas o las paletas; y ya en los poblados pequeños y zonas rurales, donde las condiciones son más propicias para la cría de este animal, se le mata y se consumen, además; las chuletas hechas a partir del lomo; los sabrosos “chicharrones”, obtenidos al freír la piel; o las tan exquisitas “masitas fritas”.

En estos lugares donde se sacrifica el animal y se siguen todos los pasos para su correcta preparación, el día entero es de fiesta. Los vecinos, amistades o familiares se reúnen, ponen música, bailan, juegan dominó, toman ron, se cuentan sobre sus vidas, etc. En las grandes urbes también se trata de seguir esta tradición a la medida del espacio de que se disponga.

Los dulces son otro sello de la mesa navideña; turrones de diferentes procedencias, desde los adquiridos en los centros comerciales, de yema, alicante, jijona, frutas y otros; hasta los de producción casera como el dulce de coco, los cascos de guayaba, el boniatillo, la calabacita china, etc.

Y los más tradicionales, los que sí no pueden faltar son los famosos buñuelos, confeccionados a partir de una base hecha de viandas y harina, fritos y servidos en almíbar o acompañado por algunos de los otros postres caseros antes mencionados.

En fin, que aunque las versiones sean diferentes, según el estilo de quien la ejecute, el motivo de inspiración siempre sigue siendo toda esa emoción que se cuela muy dentro del ser humano la víspera del cumpleaños del niño Jesús.

 

HISTORIA DE LA NAVIDAD EN CUBA.....

La Navidad en Cuba
La Navidad en el caso de Cuba tiene una historia muy particular. Esta se divide en tres periodos, cuyos puntos de giro están marcados en los años 1959 y 1998; o sea, antes de la revolución y después de la visita del papa Juan Pablo II al país.

Al triunfo de la revolución, y como parte de las discordias emprendidas entre el nuevo gobierno y la iglesia, la navidad, como cualquier otro evento religioso fue víctima de la amnesia más completa por parte de las autoridades. Incluso, diez años después quedaría oficialmente prohibida su celebración, alegando que se tomaba esa medida para que el pueblo nos distrajera su atención de las labores de la zafra azucarera, que para ellos era lo más importante.

Durante casi cuatro décadas el 25 de diciembre pasó como otro día cualquiera, salvo para un grupo reducido, quienes, a pesar de todo, mantuvieron su práctica de fe, unos más públicamente que otros. En este periodo, dicha celebración solo era cosa de una minoría que lo conmemoraba muy discretamente en su templo de adoración o en su casa, a puerta cerrada, cuando se podía.

En 1997, poco antes de la visita del papa Juan Pablo II a Cuba, constituyendo una trascendental sorpresa para todos los cubanos dentro y fuera de la isla y, además, sin dar explicación alguna, el gobierno revolucionario cedió en declarar feriado este día para que los trabajadores pudieran descansar y disfrutarlo a su gusto, lo que quedó establecido legalmente desde entonces.

A partir de ese año, comenzaron a verse otra vez símbolos de la navidad en Cuba. Incluso, a nivel público, en establecimientos comerciales, muy exclusivamente, se volvieron a ver motivos navideños en las vidrieras y en el resto de la instalación. También, por supuesto, se comenzaron a vender arbolitos de navidad y todos los demás accesorios típicos de la fecha.

En el mundo religioso, ese año se produjo una avalancha de pueblo hacia las distintas iglesias que retomaban la celebración de la Misa del Gallo, que a partir de entonces se convertiría en la más concurrida de las prácticas cristianas de la isla. A la celebrada en la Catedral de la Habana acudieron los principales dirigentes del estado, encabezados por el presidente Fidel Castro.

Desde ese momento, la navidad se ha incorporado tradicionalmente al ceno de la familia cubana como algo muy normal.

En cuanto a las tradiciones culinarias que caracterizan la Navidad Cubana, éstas responden, además de a una cultura heredada desde la época de los conquistadores, a las condiciones propias del país. Fueron los propios colonizadores españoles los que introdujeron la cría del cerdo en Cuba, por lo que el tradicional pavo en la cena de noche buena ha sido sustituido, desde hace muchos años, en la mayoría de los casos, por cerdo u otra carne.

El cerdo, puerco o macho asado, como quiera que se le llame, es el protagonista de la escena culinaria de la Navidad cubana. En las ciudades, con más reducido espacio habitacional, se utilizan, por regla general las piernas o las paletas; y ya en los poblados pequeños y zonas rurales, donde las condiciones son más propicias para la cría de este animal, se le mata y se consumen, además; las chuletas hechas a partir del lomo; los sabrosos “chicharrones”, obtenidos al freír la piel; o las tan exquisitas “masitas fritas”.

En estos lugares donde se sacrifica el animal y se siguen todos los pasos para su correcta preparación, el día entero es de fiesta. Los vecinos, amistades o familiares se reúnen, ponen música, bailan, juegan dominó, toman ron, se cuentan sobre sus vidas, etc. En las grandes urbes también se trata de seguir esta tradición a la medida del espacio de que se disponga.

Los dulces son otro sello de la mesa navideña; turrones de diferentes procedencias, desde los adquiridos en los centros comerciales, de yema, alicante, jijona, frutas y otros; hasta los de producción casera como el dulce de coco, los cascos de guayaba, el boniatillo, la calabacita china, etc.

Y los más tradicionales, los que sí no pueden faltar son los famosos buñuelos, confeccionados a partir de una base hecha de viandas y harina, fritos y servidos en almíbar o acompañado por algunos de los otros postres caseros antes mencionados.

En fin, que aunque las versiones sean diferentes, según el estilo de quien la ejecute, el motivo de inspiración siempre sigue siendo toda esa emoción que se cuela muy dentro del ser humano la víspera del cumpleaños del niño Jesús.

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